Paginas

lunes, 22 de abril de 2013

El Vaivén del Porvenir

Todo es oscuro, solo me encuentro; solo. Solo con una luz apuntándome ¿Estoy siendo juzgado? ¡No! Solo me recuerdan lo solo que me encuentro. ¿Quiénes? No lo sé. Quizá mi interior... Ya no hay a quién preguntarle; ya ni la almohada responde, ya es solo eso, una inerte almohada. Se fue sin despedirse, ya no tengo a nadie con quien desahogarme. Me dejó solo y desprotegido.

No hay hacia donde correr, no hay con quien hablar. Mi alma retumba despavorida, asfixiada y perturbada. Risas, llantos, recuerdos… Crece y crece. Va a explotar.

Incondicional. Absolutamente condicional. Huérfano…

No hay comentarios:

Publicar un comentario