Días oscuros como el final de cada uno, donde todo
y nada pasa, donde hay quienes esperan el final, otros el comienzo y otros la
misma porquería de siempre… Nubes rojas que descansan en una noche espesa,
acelerada y banal; en la cual la luna se esconde una y otra vez, eclipsando las
razones que encubren la verdad… Entonces, ¿Qué tan frívolas son esas noches?...
Noches donde lo real ataca lo percibido, invadiendo de odio y evitando la
reflexión… Pero no del todo, solo la permite en su modo más temeroso, aquel que
extirpa promesas y regocijo, y las reduce inversamente a su condición original
para luego maximizarlas… Así pues, promesas vacías encaminadas por las mismas,
no internas, externas, que algún día guiaron los pasos por el sendero contrario
al cual están andando… obedecen a su infalible posición, esa que destruye todo
lo que a su insurrecta marcha se presenta… Hola… Adiós… tedio; noches como
esta…
Alucinaciones enlazadas a lo anterior mencionado…
Locura elocuente y estrepitante, provocadora de la emancipación de emociones
subyúgales… Un cuerpo vacío, libre de alma… El fuego y el agua avasallados
entre si, evaporación y anulación… Entonces ¿por y/o para qué vivir? [No es una
pregunta suicida, simplemente la razón de la existencia, pues La preocupación
existencial emerge al final de esa respuesta…]
Batalla textual, creadora de preguntas sin resolver
y respuestas fingidas, expectativas y desasosiego… inercia casual/causal que
aunque falsa, real…
Así termina el principio del
final y el final del principio así termina
Intacto, superficial, intacto
Aferrado a lo esencial e
impredecible, aferrado
Así termina, así comienza, así
termina.
…“lo esencial es invisible a los ojos” e impercibible a cualquier otro jodido órgano;
o simplemente nada es, fue y/o será esencial…
Miro en mi
mente y que veo…
El minuto
conclusivo que ‘noqueo’,
por la absurda
repetición que establece,
el circulo
sigue intacto y nunca perece…
El mundo de
oportunidades que nunca serán saciadas
insiste con
su ejecución, insiste
de la realidad quedan marginadas
Por su inhóspito ego que embiste…
“Fin de la transmisión”…
